viernes, 17 de julio de 2009

El poliamor, lo qué es y lo qué no es

por Derek McCullough y David S. Hall

Este texto apareció publicado originalmente en inglés en:
Electronic Journal of Human Sexuality, Volume 6, Feb. 27, 2003/ www.ejhs.org

“No vayas por donde indica el sendero, en vez de ello dirígete por donde no hay sendero y deja una huella”, Ralph Waldo Emerson.

Tu amor se encuentra en ti. Es tuyo para nutrirlo, saborearlo y para entregarlo a otros en la forma que tú decidas. El amor debe ser sin calificaciones o demandas. Debes aprender a obtener el éxtasis a partir de la felicidad de otros. Una vez que sientes amor por ti mismo, es fácil darlo”, Wayne Dyer "Gifts from Eykis".

¿Qué es el poliamor?

El poliamor se ha definido como la filosofía y la práctica de amar a más de una persona al mismo tiempo con integridad y honestidad. Es sinónimo del poliamor la no monogamia responsable, ética e intencional. Dado que estas denominaciones son poco explícitas, el término “Polyamory” fue acuñado a finales de la década de los ochentas por una sacerdotisa pagana: Morning Glory Zell y define una gama de diferentes estilos de vida alternativos. En la mayoría de los casos, aunque no necesariamente, esto implica algún nivel de involucramiento sexual o por lo menos comportamientos sexuales íntimos.

Han existido diversas comunidades poliamorosas y comunas, siendo tal vez la más famosa la comunidad de Oneida en el estado de Nueva York a mediados de los años 1800. Sin embargo han sido experiencias aisladas y semi-clandestinas por el clima moral prevalente en la época.

¿Qué es lo que los poliamoristas piensan, en general?

Los poliamoristas dicen que su filosofía no es mas que la aceptación directa y la celebración de realidades de la naturaleza humana.

Los poliamoristas dicen que el sexo no es el enemigo, que el verdadero enemigo es el engaño y la traición de la confianza que surgen de tratar de limitar nuestra naturaleza como lo hace el sistema social rígido y antinatural.

Los poliamoristas dicen que el sexo es una fuerza positiva si se aplica con sinceridad, responsabilidad y confianza.

Los poliamoristas no tienen que cumplir a nivel individual cada una de las necesidades de una pareja; reciben ayuda. Si a tu esposa le encanta la ópera y a ti no te gusta, es probable que uno de sus amantes disfrute llevándola a una función. Sin embargo si es un experto en computadoras y te ayuda a arreglar la tuya, eres una persona muy afortunada.

Los poliamoristas dicen que el amor es infinito, no finito. Un ejemplo de ello se da con los niños. Cuando mi hija mayor nació la amé muchísimo. Cuando nació mi hijo me di cuenta de que no tenía que darle la mitad de mi amor a cada uno, podía amar a ambos plenamente. Y mi tercer hijo también es muy amado.

Lo mismo se aplica con los amigos; cuando conoces a una persona nueva no tienes que pensar a quien vas a abandonar para que entre la nueva persona. Como dijo una mujer al explicar por que escogió el poliamor: “Me niego a aceptar el mito de que tengo que dejar de amar a una persona antes de empezar a amar a otra”.

Los poliamoristas dicen que el amar a una persona no te da el derecho de controlar el comportamiento de ella.

Los poliamoristas dicen que los celos no son innatos, inevitables o imposibles de superar. Sin embargo se enfrentan frecuentemente a ellos y suelen manejarlos exitosamente.

Los poliamoristas dicen que el amor debiera ser incondicional contraponiéndose a la propuesta monogámica que dice: “te amaré con la condición de que no ames a nadie mas, renunciando a todos los demás”. Y tal y como lo muestra la historia, la monogamia y el matrimonio no son salvaguardas para no enamorarse de otra persona.

Los poliamoristas creen en el involucramiento a largo plazo en una relación, y aunque esta meta no siempre se logra en las relaciones poli, tampoco se logran necesariamente en la monogamia.

Los poliamoristas creen que representan “genuinos valores familiares”. Tienen el valor de vivir un estilo de vida alternativo que, aunque condenado por la sociedad, es satisfactorio y brinda muchas recompensas.

El Contraste con la monogamia.

Una de las premisas casi universalmente aceptada en nuestra sociedad es la que considera que la pareja monogámica es la única estructura válida para las relaciones humanas; es considerada de carácter tan superior que ni siquiera se pone en duda. De hecho nuestra cultura le da tal énfasis, a través de las normas culturales, la literatura, el cine, que pocas veces se dan discusiones serias sobre probables alternativas.

El matrimonio monógamo se ha incorporado a tal grado en las leyes de nuestro país, que especifica cómo debe gastarse el dinero destinado a la educación sexual. También le otorga el derecho a la religión para definir como reducir la pobreza, el aborto, las familias monoparentales y muchos otros aspectos.

Las razones que suelen esgrimirse para considerar que el matrimonio monógamo es la única forma aceptable de relación de pareja y el único ámbito en el que se permiten las relaciones sexuales, generalmente se presentan bajo dos categorías:

1. Es nuestro estado natural.
2. Es el único estado moral, él aprobado por Dios y cualquier otra opción es pecaminosa.

Es interesante notar que estas son en esencia las mismas razones que se dan por parte de los fundamentalistas para condenar la homosexualidad, es decir que es no natural e inmoral y es por ello que se explica la afinidad de los poliamoristas con los movimientos y la comunidad LGBT.

Existe un excelente libro de la editorial Beacon Press por E.J. Graff titulado “¿Para qué sirve el matrimonio?” Las seis razones que da Graff para el matrimonio son dinero, sexo, hijos, familia, orden y corazón. La autora presenta una excelente revisión histórica del matrimonio y nos muestra evidencias convincentes de que nuestra visión del matrimonio está importantemente condicionada por la cultura y no es una condición “natural” del organismo humano.

Si la vida inteligente se refiere a la búsqueda libre y responsable de la verdad y el significado, es claro que las respuestas no cuestionadas son mas peligrosas que las preguntas no respondidas. Es así que el cuestionar el matrimonio monógamo puede considerarse como obligatorio. ¿Estamos programados para ello? ¿Es acaso la única forma moral de relacionarse con otras personas?

Solo es natural

“La complejidad de un sistema está limitada sólo si el sistema es rígido, inflexible y aislado de su entorno. Los sistemas que se auto organizan en constante interacción con el medio son capaces de incrementar tremendamente su complejidad, abandonando su estabilidad estructural a favor de la flexibilidad y de una evolución abierta”, Erich Jantsch "Design for Living".

Cuando examinamos la estructura natural de las cosas, no resalta el sistema binario. La estructura atómica tiene tres elementos: protón, electrón y neutrón. Estos tres se combinan para producir un complejo grupo de átomos y moléculas. Las estructuras arquitectónicas, desde las pirámides hasta los domos geodésicos de Bucminster Fuller se fundamentan en el triangulo. El la música un acorde formado por tres notas es mucho mas dinámico y potente que el formado por dos notas. Sé que estos no son argumentos para convencer sin embargo la triada es una organización común entre los poli.

La evidencia creciente proveniente de la investigación en animales revela que cada vez son menos las especies que son monógamas en su vida natural. En el reino animal menos del 5% de las especies se consideran como monógamas.

Los biólogos evolucionistas señalan que existen buenas razones para la no monogamia, sin embargo sus teorías son difíciles de comprobar. El postulado antropológico de que un macho sólo protege a sus descendientes si tiene certeza de la paternidad ha sido cuestionado recientemente en un libro titulado “Cultures of Múltiple Fathers”. En este estudio los autores encuentran evidencias que muestran que los hijos de mujeres que han tenido relaciones con varios hombres tienen mayor tasa de supervivencia – dado que la “paternidad potencial” los hacía menos vulnerables.

De las 1270 sociedades humanas que Murdoch consigna en su Atlas Etnográfico, aproximadamente en un 85% existe alguna forma de relaciones de esposas múltiples. Incluso las sociedades en las que teóricamente prevalece la monogamia no logran ser convincentes de que sea funcional. Por lo contrario parece existir mucha evidencia de que los humanos occidentales no practican la monogamia por la alta tasa de divorcios, infidelidad, el elevado número de embarazos en adolescentes, el alto número de familias monoparentales entre otros indicadores. En ocasiones vemos a personas que dejan un matrimonio razonablemente bueno por que se enamoran de otra persona en lo que podría llamarse monogamia serial. En síntesis considerar que los humanos estamos programados para la monogamia es muy difícil de sostener.

En cualquier caso, dado que los humanos somos tan deficientes en cuanto a la monogamia, otras estructuras de relación seleccionadas libremente deberían también recibir apoyo.

Lo pecaminoso y malo del sexo se basa en la creencia de que a Dios no le gusta el sexo. Este veneno tiene sus raíces en la antigua Asiria en las religiones de Mitra y el Zoroastrianismo quienes fueron los primeros en postular la “obscenidad de la carne”. El impulso sexual, que no puede negarse, se convierte en una rica fuente de culpa y vergüenza implantada la que se utiliza para manipular y degradar al individuo. Así todo sentimiento sexual (natural) debe considerarse vergonzoso y por ende mantenerse en secreto.

De alguna manera este acto vergonzoso y pecaminoso se transforma en sagrado de la noche a la mañana si se acompaña por las palabras correctas pronunciadas, por una persona que tiene el poder de casar a otros. No parece importar cómo se arregló el matrimonio, o las razones por las cuales las personas se casan o incluso si realmente desean casarse. El único requisito es que se sometan al proceso legal.

Sin profundizar, una revisión de las principales religiones nos muestra que:

1. Muchos de los textos antiguos fueron escritos por polígamos.
2. Muchas de las reglas se basan en la concepción de la mujer como una propiedad, mas que en una promesa solemne entre iguales.

También vale la pena señalar que sin importar lo estricto de las enseñanzas morales, los castigos severos, sean provenientes del Talibán o de la Biblia, de Roma o de Washington, los seres humanos persisten en su deseo de satisfacer sus deseos sexuales. Un artículo periodístico reciente revela que un 40% de monjas tienen una historia de abuso sexual previo o dentro de la jerarquía eclesiástica. La información sobre los sacerdotes está empezando a surgir. La información sobre la población general es más difícil de obtener por la resistencia a aceptar el hecho de haber sido abusado o ser un abusador. Lo que es real es que los delitos sexuales tienen a mucha gente en la cárcel.

Existe evidencia histórica, basada en hallazgos de grabados en templos en Asia y por vasijas Europeas, de algunas religiones que ven nuestra naturaleza humana en forma positiva; esto contrasta con la práctica religiosa predominante en Occidente.

La monogamia serial es probablemente un compromiso entre el ideal cultural de la monogamia y los hechos de la naturaleza humana; en otras palabras se considera que se puede amar a más de una persona, pero una a la vez. Los efectos destructivos de la monogamia serial sobre los hijos están bien documentados, con 8 millones de familias monoparentales en los Estados Unidos, los divorcios generados por infidelidades y la creciente evidencia de asesinatos de cónyuges que ha aparecido últimamente. Gran parte de la evidencia parece indicar que el logro del ideal cultural de la monogamia es un mito.

El argumento moral en favor de la monogamia es una posición débil. Un mejor argumento moral se puede hacer considerando lo que es mejor para cada individuo y para la sociedad, esto es, haremos mejor la vida insistiendo en el ejercicio del sexo sólo en el matrimonio heterosexual monógamo, o bien dejando que los individuos encuentren formas responsables de relacionarse que, usando un término pagano, “no dañe a nadie”. La religión liberal ha tomado una buena postura apoyando a las parejas homosexuales y heterosexuales así como a parejas no casadas. ¿Qué es tan difícil en cuanto a ver los paralelismos en cuanto a “más de un par”?

Es una realidad que en la actualidad hay muchas personas relacionándose sexualmente en grupos de mas de dos. La razón por la que sigo hablando de “relacionarse sexualmente” es que esto parece ser el obstáculo mayor para muchos. Si los poliamoristas se mantuvieran en las relaciones platónicas, sin involucración sexual con las diversas personas que aman, la mayoría les aplaudiría su comportamiento amoroso. Sin embargo cuando aceptan que no sólo aman a más de uno si no que tienen relaciones sexuales con más de uno, surgen todas las banderas rojas.

Si se ve la televisión, se verá que el poliamor se ventila mucho, episodios de Ally McBeal, programas de entrevistas como los de Montel Williams, John Walsh, Geraldo y el Real Sex de HBO. Existen muchas películas positivas hacia el poliamor realizadas en Hollywood y naturalmente que los que son ricos y famosos pueden hacer lo que gusten con sus relaciones y aún así reciben un trato favorable por la prensa. Lo que ha sacado a los polis del closet es el internet, en donde las personas que pensaban ser “los únicos” encuentran mucha compañía.

Frecuentemente, el término poliamor es malentendido. El poliamor no es “la respuesta”. Si lo que buscas es una solución rápida para tus problemas de pareja, no busques el poliamor. Es sólo una elección, como lo es la monogamia, que necesita ser tomada con responsabilidad, y que trae a la vez muchos retos. Definitivamente, no es la solución para un mal matrimonio u otros problemas de pareja.

La confusión más común es entender al poliamor como un sinónimo de ser swinger. Las relaciones sexuales swinger son esencialmente recreativas. Algunas investigaciones han demostrado que las personas que gustan de este tipo de relaciones, no se diferencian del resto de la población, excepto por el hecho de que tal vez preferirían ir a un club swinger que a jugar póquer el sábado por la noche.

Las relaciones swinger comparten mucho con el poliamor en el ser relaciones no-monógamas, intencionales y responsables. Ambos “estilos de vida” comparten la idea de que la sexualidad es positiva, placentera y parte natural del ser humano y que las relaciones sexuales no son un sinónimo de amor. La diferencia principal radica en que las relaciones swinger se centran en el “sexo casual” y tienden a prohibir cualquier otro tipo de intimidad, mientras que el poliamor se enfoca en relaciones íntimas duraderas que incluyen relaciones sexuales.

Las relaciones swinger y las poliamor no tienen el sentido de “amor libre” que tenían ciertas relaciones en los sesenta. En muchos sentidos, el amor libre de los sesentas fue una respuesta a la enorme liberación de tabúes que existían en contra de la sexualidad y no siempre iba acompañada de honestidad y responsabilidad. Parecía, más bien, una excusa para tener muchas relaciones sexuales y ligarlas al uso de drogas (como se solía decir: “sexo, drogas y rock-n-roll”). Ello permitió ser catalogada como una “fase” y facilitó el regreso a los valores “tradicionales”, reestablecidos en los ochentas y noventas.

Los retos que enfrentan las personas poliamor son:

-Las relaciones sexuales
Este es el aspecto que se les dificulta a muchas personas. Cuando se menciona el ejemplo del amor infinito hacia los hijos, la gente puede entender el concepto, sin embargo, el aspecto sexual entre adultos se ve de manera diferente. Confundimos frecuentemente el amor y el sexo, a menudo pensando que el sexo se convierte en amor o a la inversa. Durante mucho tiempo el adulterio fue la única causal de divorcio sin embargo, la verdadera causal era el engaño y la traición no el aspecto sexual en sí.

Como dice el proverbio Chino: “El principio de la sabiduría estriba en llamar a las cosas por su nombre”. Cuando se logre entender la diferencia entre amor y sexo e intimidad se habrá adelantado mucho en la resolución de los problemas de las relaciones humanas. Mientras más estudiamos el sexo, que sólo ha empezado a estudiarse científicamente en el último siglo, más nos percatamos de su complejidad, su variabilidad y su universalidad. Como fue señalado previamente, el disfrute del sexo fue considerado como malo, especialmente en las mujeres (brujas). Después con Freud se le consideró enfermedad. Durante muchos años la ninfomanía se consideró una enfermedad de las mujeres a las que les gustaba el sexo. (Véase Groneman).

La cuestión sexual se ha vuelto políticamente incorrecta, atacada tanto por la derecha como por la izquierda, por las feministas radicales que ven en él la degradación de la mujer. Debemos conocer estos puntos de vista para poder dar una educación sexual adecuada.

De cualquier modo, el sexo se ve como pecaminoso, sucio y que pertenece al ámbito privado. Los censores fílmicos ayudan a esta concepción: si se muestra violencia en las películas se considera como entretenimiento y si hay sexo explícito se le cataloga como X.

El temor al sexo nos ha convertido en personas discapacitadas.

De tal manera que el sexo no es el enemigo. Cuando se acepta con honestidad y responsabilidad puede ser parte de la solución.

-Celos
Este es otro de los grandes mitos, que los celos son innatos, inevitables e imposibles de superar. Incluso el mostrar celos es considerado como muestra de amor y se utiliza como una excusa válida para el comportamiento agresivo y violento. Hasta hace poco el sorprender a nuestra esposa en la cama con un amante era un elemento de defensa legal en casos de asesinato en algunos estados. Los celos, la posesividad y el control son también centrales en la violencia doméstica que se encuentra en el centro de la privacidad monogámica.

Nuestra cultura parece ser adicta a tres creencias básicas sobre las relaciones, las que prácticamente garantizan la existencia de celos hasta en las personas mas ecuánimes. Identificar y desmantelar estas creencias es la manera más efectiva para manejar los celos.

Creencia básica # 1
Si mi pareja me amara realmente, no tendría deseo de una relación sexual íntima con ninguna otra persona.

Esto se basa en el modelo consumible del amor en el que se piensa que el amor o el interés en otra persona significan que se va a ser menos amado. Es tan absurdo como la idea de que tener un segundo hijo es indicativo de que no se ama bastante al primero. También se considera que el amor y el sexo son la misma cosa y satisfacen las mismas necesidades.

Creencia básica # 2
Si yo fuera una buena pareja, esposo, amante, mi compañero estaría tan satisfecho que no le interesaría estar con nadie más.

Esta creencia es todavía más destructiva. En la primera por lo menos se le puede echar la culpa al otro. Esta creencia incide directamente en auto culparse por no ser un amante perfecto. Esta es también la base, muy generalizada del mito romántico “de que el amante es la única persona en el planeta”, esto también provoca serios problemas de autoestima que son un campo fértil para los celos.

Creencia básica # 3
No es posible amar a más de una persona.

Esto de nuevo se encuentra fundamentado en la teoría de la dotación fija de amor, de que solo tengo una cantidad finita de amor que dar.

Todas estas creencias se vinculan con el temor primario a la pérdida y al abandono.

Los poliamoristas substituyen estas creencias por tres nuevas:

Nueva creencia básica 1
Mi pareja me ama y confía tanto en mí que podemos permitir que nuestra relación se expanda y enriquezca por experimentar incluso amor por otras personas. El mundo está lleno de amor y hay mucho para todos. El amar a más de una persona es una elección que puede incrementar exponencialmente el potencial para dar y recibir amor.

Nueva creencia básica 2
Mi pareja tiene tanta confianza en mí y en nuestra relación que el tener otras parejas no generará celos que destruyan nuestro amor.

Nueva creencia básica 3
Sea cual sea el arreglo que hayamos hecho en cuanto a nuestras vidas amorosas estos se han acordado de manera consciente y responsable por todos los que participan. Insistimos en la integridad de nuestras relaciones.

Aspectos prácticos

Vivimos en sociedad culturalmente monógama de tal manera que ser poliamor te coloca en una postura excéntrica. Bajo el clima político imperante también plantea peligros. Esto se ilustra por casos en que padres han perdido la patria potestad por no vivir en un entorno de familia tradicional.

Los poliamoristas son vistos por la sociedad como sospechosos.

Considerando todos estos problemas, ¿por qué insistir en ser poliamoroso?

Ciertamente no es para poder tener más relaciones sexuales.

Darte cuenta de que eres poliamoroso en un mundo monógamo a menudo te hace sentir que andas por la vida con secretillo sucio. Esto puede provocarte ser aislado, enajenado y dificultar tu intimidad con otras personas; todo ello por que estas ocultando un aspecto central de ti.

Para los poliamoristas las recompenses son sencillas. Uno de los regalos que te puedes dar a ti mismo es el permiso de ser tu mismo. Amarte a ti incondicionalmente, respetando todas tus cualidades e inclinaciones te permite vivir en paz. Esto forma parte de un proceso mayor de auto diferenciación, de poder determinar quién eres y lo que es importante para ti. El vivir como poli requiere la misma base de vivir moralmente con ética, responsabilidad y honestidad.

Preguntas que tú debes contestarte:

Si la felicidad de mi pareja me es importante, ¿por qué me incomoda que otros la puedan hacer feliz? ¿Qué es mas importante, la felicidad de la pareja o recibir el crédito por ello?

¿Si yo considero a mi pareja atractiva, sexy, y amorosa así como deseable, por que me sorprende y amenaza que otra persona la considere igual?

Si la monogamia es tan natural, por qué existe una industria tan grande que trata de las relaciones humanas, libros de cómo hacer las cosas bien, de autoayuda, revistas, programas de radio y TV, guías y terapia matrimonial, etcétera.

Referencias:
http://www.uupa.org/
http://www.lovemore.com/
http://www.lovethatworks.org/
http://www.lovewithoutlimits.com/

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Graff, E. J. "What is Marriage For?". Beacon Press, 1999.

Groneman, C. "Nymphomania". W. W. Norton, 2000.

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Lano & Parry (Eds.) "Breaking the Barriers to Desire: New approaches to multiple relationships". Five Leaves Publications, Nottingham, 1995.

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Murdock, G. P. "Ethnographic Atlas". World Culture, Vol. 2-4, 1986.

Nearing, R. "The New Faithful: A Polyfidelity Primer". Polyfidelity Educational Productions.

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