domingo, 22 de marzo de 2009

Casanova

Cuando entré en la “aristogracia” (o sea, en sexodos) pensé que había dejado atrás la palabra “seducción” y todas sus connotaciones (artimañas, engaños, idea de conquista, etc.) por entender que pertenecían a sexouno. Por eso, cada vez que leía en los anuncios de las páginas de contactos liberales que había gente que pedía o buscaba “seducción”, pasaba de ellos sin más contemplaciones. Aunque las palabras “química”, “feeling”, o expresiones como “lo que surja” (a la que hace tiempo le dediqué un post) no me convencían mucho, siempre pensé que sexodos iba por ahí. Si tú quieres y yo quiero ¿para qué vamos a perder tiempo en pantomimas de yo te conquisto y tú te resistes? Y viceversa: qué estupenda es esa regla de los pubs o encuentros liberales donde dicen que AQUÍ UN NO ES UN NO. ¡Genial! ¡Qué claridad! (aunque según el último post de UHL, ni con esas).
Pero bueno, la historia es la historia, y hay que aceptar su enorme inercia. Por eso, para adentrarnos en la personalidad de Casanova o de don Juan no hay más remedio que soportar muchas veces la famosa palabreja. Sobre todo si leemos cosas escritas hace ya ochenta años. Estos días ha caído en mis manos un libro impresionante, un libro buenísimo, tan bueno que lo he puesto arriba como ilustración de esta entrada… a pesar de lo mucho que me gustan otras fotos más sugerentes.
No había leído nunca un retrato de Casanova tan emotivo y trepidante, y aparte de los méritos de Zweig, que son inmensos, si me ha motivado tanto seguro que ha sido porque en Casanova he creído ver algunos rasgos de unos cuantos de los amigos que he hecho en la “aristogracia” y, sin ánimo de vanidad, hasta de mí mismo (al menos de mi último yo): amantes alegres que dan placer por placer, hombres y mujeres que aman a hombres y mujeres por el simple hecho de ser hombres y mujeres dispuestos igualmente a amar a hombres y mujeres... sin comedias ni melodramones por medio. Acaso, todo lo más, como un inocente juego.
Sin embargo, lo más sorprendente de este magnífico retrato de Casanova ha sido descubrir la clarísima contraposición respecto a nuestro “don Juan” : pags. 83 a 88. Es una osadía resumir en una frase esas bellísimas cinco páginas, pero por ser fiel a la brevedad del blog diré que mientras don Juan sería el arquetipo de la seducción del sexouno (independientemente de que luego abandone u ocupe su conquista), Casanova es todo un anticipo del auténtico aristógrata de sexodos: un hombre, lo digo con palabras de Zweig, perfectamente honesto y honrado con las mujeres.
Los otros dos retratos que trae el libro, Stendhal y Tolstoi, son igualmente extraordinarios, pero para lo que nos traemos entre manos en este blog, el libro queda más que amortizado en sus primeras cien páginas. Los aristógratas deberíamos tenerlo como libro de cabecera y leerlo de tanto en tanto para que no se nos olvide nuestra condición.

(Para hacer boca y sin permiso de la editorial (que bastante agradecida me tendrá que estar por la publicidad que le hago) transcribo aquí algunos párrafos de las pág 86 y 87)

“Y es que, en verdad, en cuanto las mujeres han sucumbido a la técnica fría de don Juan, piensan en él como en el mismísimo diablo. Con el mismo brío amoroso del día anterior, detestan ahora a ese engañoso enemigo que, a la mañana siguiente , ha enfriado la pasión de ellas con el chorro helado de su risa burlona. Ellas se avergüenzan de su debilidad, se enfurecen, montan en cólera, enloquecen en una rabia impotente contra el canalla que las ha engañado, embaucado y timado, y a través de él, odian a todo el género masculino. Cualquier mujer, tanto doña Ana como doña Elvira, todas ellas, las miles y miles que han cedido a sus impulsos previsibles, quedan con el alma envenenada para siempre en su feminidad. Las mujeres que se han entregado a Casanova, por el contrario, le agradecen como a un dios no sólo que no les haya robado ninguno de sus sentimientos ni las haya ofendido en su feminidad, sino que haya sido capaz de proporcionarles una nueva seguridad en su existencia.”
(...)
“Con mano ligera y amorosa, mientras les quita los vestidos a esas mujeres a medias (porque no serán mujeres enteras hasta que no se hayan entregado), Casanova elimina toda inhibición, todo temor, las contenta al tiempo que se contenta a sí mismo (...), para Casanova, todo disfrute con una mujer sólo es perfecto en cuanto sabe que es compartido y sentido en los nervios y las venas de su compañera. “Cuatro quintas partes del disfrute consintieron siempre para mí en hacer felices a las mujeres”. Casanova necesita que su placer sea correspondido con placer, del mismo modo que otros necesitan saber correspondido su amor con amor.
(...)
“Es por eso que toda mujer que se le entrega termina sintiéndose más mujer, porque se vuelve más sabia, más voluptuosa, más desinhibida, y por eso buscan de inmediato nuevas fieles para este culto delicioso: la hermana mayor lleva a la más pequeña hasta el altar para el dulce sacrificio; la madre lleva a su hija hasta el tierno maestro; cada amante exhorta a la otra para que acuda al rito y a la danza del obsequioso dios.”


Tres Poetas de sus Vidas. Stefan Zweig. Ed. Blacklist

miércoles, 18 de marzo de 2009

Lupercus

En el siglo IV a.C, los romanos practicaban un rito anual de iniciación en honor del dios Lupercus. Se metían los nombres de muchachas adolescentes en una caja y los jóvenes los extraían al azar. De este modo, a cada uno de ellos se le asignaba una compañera para su mutua diversión y placer, incluido el sexual, durante todo un año...

Este es el verdadero significado de San Valentín...nombre del obispo que la iglesia católica adoptó para sustituir este rito pagano...
 
Propongo algo: cada San Valentín brindemos por el dios Lupercus, por el placer y la diversión, por un día totalmente comercial pero en el que todos esperamos que una rosa caiga en nuestras manos. Brindemos por el azar, por el mar, por una hermosa puesta de sol en buena compañía, por una noche de pasión y un despertar apasionado...
 
Brindemos porque cada día sea una fiesta en honor a tí mismo, y hoy, porque nuestro calendario así lo dice, brindemos y disfrutemos en honor al dios Lupercus. Brindo por él.

Texto: Blog Carpe Diem - Bronceada

Pareja Libertina


Son diversas las razones por las cuales las parejas se adentran en el universo libertino: la curiosidad, combatir la rutina, deseo de cambiar, descubrir nuevas técnicas y juegos, realizar fantasías sin compromiso, encontrar nuevas amistades, incluso evitar la infidelidad, pero vamos a profundizar en la que creo más importante de todas y que quizás las unifica: la experiencial.

Vamos a ver en este escrito cómo, por el hecho de que una pareja tenga relaciones eróticas con otras similares, no tienen por qué surgir las clásicas emociones negativas de la envidia o de los celos (impuestas más bien por una sociedad demasiado reprimida). Es más, constataremos que una gran mayoría de las parejas van transformando sus propias expectativas con la mejora considerable de sus experiencias afectivas y sexuales.

Quedan ya lejos esas orgías secretas donde numerosas personas se juntaban bajo el único fin de explorar el deseo. Se puede decir que hoy día el libertinaje se ha extendido a la gente de la calle. Ya no hay que leer ni a Sade ni a Nerciat, ni saber que en su día existieron círculos eróticos muy selectos, ni poseer un lugar apropiado para la experiencia, no; el "sexo libre" ha llegado a todos: a esa persona que pasa todas las mañanas junto a nosotros, a nuestros vecinos, a los compañeros de trabajo, pero todo muy codificado. Es un juego divertido en el que aún ocultamos nuestras razones, nuestra personalidad, nuestro hogar, nuestra vida en general.

El sexo grupal, los intercambios de pareja, los tríos, la bisexualidad son prácticas libertinas que han dado a las parejas la ocasión de crearse un nuevo círculo de amistad, compartiendo intereses y huyendo del “todo vale, pero no te pases de aquí”, que todos conocemos como habitual en la pseudolibre sociedad convencional. Tomando como ejemplo la bisexualidad, se puede comprobar el potencial experimentador de muchas personas que no admiten que se las clasifique por sus experiencias. La condición de homo o hetero va dejando sitio a una bisexualidad cada vez más extendida por cuanto se trata de vivenciar momentos y no de encasillarnos en grupos que condenan la libre elección.

Los comienzos

Al principio de una relación (ese periodo de amor platónico), el deseo sexual surge de manera espontánea, casi en armonía con esos primeros sentimientos de querer estar siempre junto al ser amado, de pensar mucho en él, de fantasear con él. Después, cuando la relación se estabiliza, la rutina viene a romper el encantamiento. Ya no se puede contar con el deseo espontáneo y es cuando se hace necesario aprender a crear momentos de pasión compartida para poder alimentar nuestro deseo.

Los caminos se diversifican y muchas parejas suelen acabar buscando esa pequeña excusa que les evite los momentos de intimidad: vienen los hijos, mucho trabajo, las obligaciones familiares, las relaciones sociales, y la vela del deseo se va apagando. Pero otras luchan contra este conformismo y descubren la experiencia del libre amor. ¡Cuán maravilloso es poder compartir esos momentos de placer y complicidad con la persona que se ama! Las parejas libertinas gustarán del sexo, pero de igual forma que harán prueba continua de respeto y honestidad. Construiremos una historia sobre la confianza en cada uno, reviviendo el amor en cada experiencia compartida.

Los riesgos y el acuerdo

Sabemos que practicar juegos sexuales y eróticos con otras personas ponen en liza unos sentimientos que quizás no esperábamos, pero, haciéndolo conforme a unas normas estrictas acordadas por la pareja, es difícil que aparezca esa temida infidelidad (más común en las relaciones convencionales). Nuestra relación de pareja debe ser el centro de toda nuestra experiencia y nunca debemos dejarla al azar por un simple calentón. Al contrario, nuestra relación debe salir más reforzada.

La sexualidad, el erotismo, nuestro loco y libre amor es parte de nuestra vida íntima y privada. Responde a unos principios de libertad, respeto y participación y, por lo demás, todo debe ser acordado por los propios participantes, según el momento y las circunstancias. Vivir estas “nuevas experiencias” nos transportará a esas fantasías que ni imaginábamos realizables. Pero es importante no perder nunca la dimensión lúdica: se trata de un juego compartido con ciertas reglas consensuadas por todos. Debemos aceptar todo lo que de mutuo acuerdo sea o no permitido y no permitir las transgresiones relacionadas con actos no deseados ni acordados. Lo que quiero decir es simplemente que la situación no se debe desbordar; la fantasía a desarrollar debe ser antes meditada, sabiendo en todo momento a qué nos atenemos (riesgos y consecuencias). Es por ello, que la pareja debe determinar conjuntamente los límites y las condiciones de la experiencia, con un código conocido por ambos y con el que pueda establecer una discreta comunicación, preservándose siempre una “salida de emergencia” en caso de que el asunto no marche bien. En definitiva, debemos saber qué es posible hacer por parte de cada uno, asegurándonos una marcha atrás discreta y protegida. Por eso, siempre es mejor ir poco a poco que probarlo todo de una vez, ya que los primeros momentos determinarán el desarrollo posterior.

Más allá: sentir y compartir

Y todo no se acaba con una escena de cama. Establecer una relación erótica con otras personas es algo más que una relación sexual pura y dura. Labrar cierta amistad con otras parejas propiciará momentos ideales para explorar el universo de lo erótico: baños, masajes, fiestas temáticas, juegos, que nos harán pasar ratos muy sensuales y divertidos.

Liberar el amor en la pareja implica un conocimiento profundo entre ambos, con el fin de saber y actuar en todo momento con respecto a las fantasías, deseos y temores de cada uno. De esta forma, vamos a descubrir la seducción sin engaños, las nuevas relaciones sin infidelidades, el amor sin cadenas; es un contrato amoroso que pone salsa a la vida y refuerza, finalmente, los lazos de unión de la pareja. ¡Pero cuidado, no nos desviemos! Actuemos siempre bajo el principio de sentir y compartir. Nuestra pareja es cómplice en la realización de nuestras fantasías. En el momento que empecemos a ocultarle hechos o no se afronten bien las frustraciones, la experiencia libertina irá a la deriva inevitablemente.

Pensar así y defender esta postura no es poseer la verdad absoluta. Tan sólo es un modo de hacer realidad nuestros deseos, satisfaciendo nuestros impulsos de una manera conjunta y huyendo de la monotonía de una relación estabilizada en la rutina y movida sólo por la inercia de las obligaciones mundanas. Y, como estamos viendo, hablamos de libertad, por lo que es importante comprender que nadie está obligado a nada y que es normal negarse a lo no deseado, sea la situación que sea. Nuestro fin no es romper la pareja, sino unirla con un pegamento mucho más fuerte y duradero.

Conclusión

Aún muchos os seguiréis planteando si sólo es un juego o una manera oculta de colmar las insatisfacciones de la pareja. El comienzo es difícil, pero encontrar esa armonía en la pareja que no ponga en duda sus lazos de unión, quizás lo es más. Dicen diferentes estudios que en el 90% de los casos es el hombre el que toma la iniciativa, pero después es la mujer la que insta a su compañero a repetir. Al principio, la mujer consiente en probar la experiencia más por fidelidad conyugal que por curiosidad, pero cuando la mujer descubre que, a través de múltiples experiencias (sexo grupal, experiencia lésbica, juegos eróticos,...), enriquece su vida sexual y satisface sus fantasías, es al hombre al que le entra pánico y muchos deciden pararse.

La pareja libertina debe experimentar unida desde la idea y la preparación hasta el acto y la conclusión. Cualquier contacto extraconyugal y no compartido puede convertirse en la semilla de la discordia, de la desconfianza y, finalmente, de la separación. ¿Que una pareja libertina no son dos individuos libres? Pues no digo lo contrario. Es una dulce condena que libera otras experiencias mucho más reprimidas por la sociedad. La pareja comparte todo y, a partir de su confianza, extienden su intimidad hacia otras personas a las que se les puede tener cierto afecto o no.

La infidelidad es sinónimo de la mentira, de la ausencia del compañero, de la ocultación de hechos, de la exclusión, de no compartir, de no sentir conjuntamente, y por lo que se ha expuesto aquí, el libertinaje en pareja no es nada de esto. En resumen, sean cuales sean las razones que empujen a una pareja a lanzarse hacia el libre amor, es importante que lo conciban siempre como una experiencia placentera llena de ternura, de sensualidad, de erotismo, de fantasía, de respeto, y todo bajo el principio unificado de sentir y compartir.

Para muchos es una experiencia puntual; para otros, un modo de vida; pero, ¿es quizás una moda pasajera? 

Nota: donde digo "libertina", muchos querrán decir "liberal"... cuestión semántica, pero viene a ser lo mismo.

jueves, 12 de marzo de 2009

Principios Libertinos


Aclamar que en esta vida no hay anclajes seguros es lo que me ha llevado siempre a reflexionar sobre una posición contraria a esta visión y a la esencia propia de mi ideología. Es mi intención siempre la de contradecirme, buscando quizás -soñando a lo mejor- algún principio constante para el buen desarrollo de nuestra existencia. En relación a la diversificación del libre amor y su práctica no lo veo diferente. ¡¡¡ Bienvenidos al relativismo cultural !!! Todo vale... no hay principios, pero, sin embargo, aquí os pongo unos cuantos de ellos, por si hay aún ingenuos como yo buscando tesoros bajo la arena. (Blog Veneris)

1. Como libertino o libertina te fundamentarás en los principios de
  • Libertad y autonomía moral
  • Deseo, sensualidad y placer
  • Creatividad y búsqueda de lo sublime
  • Participación y respeto
2. Percibe, siente y desea el mundo físico y social que te rodea. Aspira a una fusión con el objeto, con su obra ideológica, artística y social. El arte se experimenta, se vivencia; la propia vida es arte. A través de la creación sublime llegarás al éxtasis.

3. En la necesidad de experimentación de nuestra vida creerás en la libertad de acción y de pasión. Como ser libre de preceptivas morales y sociales, haz de romper con las formas convencionales y con las actitudes sumisas.

4. Oponte a la separación entre lo real y lo imaginario. Vivimos siempre en un continuo realidad-fantasía. No buscamos ni evasión ni consuelo, sino la manifestación de un amor libre, negando toda ley moral enajenante.

5. El erotismo es una base para la liberación social. No sólo es una experiencia placentera, sino que va más allá en su rebeldía: es la recreación de un mundo fundado en las interacciones entre individuos, con una actitud moral al margen de las convenciones sociales.

6. Respeta y pide respeto hacia todos los individuos en el desarrollo de sus sentimientos y emociones. En todo caso, admite las incoherencias y contradicciones de nuestras acciones; en el encuentro de los opuestos se haya el sentido de la vida.

7. El erotismo es bello y exquisito, por lo cual debe alejarse del sexo natural, grosero y apático. La práctica de nuestro arte exigirá buen gusto y nada de chapuza ni animalidad.

8. El erotismo es una fiesta sensorial en la que intervienen y se exaltan la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto. Debe desenvolverse en un entorno sugerente y propicio, rodeado de objetos hermosos, de perfumes, manjares y bebidas exquisitos y estimulantes, de música agradable, de temperaturas acogedoras y materiales nobles de tacto sensual.

9. El cuerpo, como vehículo del placer erótico, es el protagonista de esta gran fiesta sensorial. Ninguna parte del cuerpo es repelente y todo él es un órgano sexual. Gózalo por completo, aprendiendo a disfrutar de él y del de los demás.

10. Amor y deseo no es lo mismo, pero cuando coinciden el placer es sublime. Es inevitable que surjan sentimientos de afecto hacia las personas con quienes se comparten emociones tan íntimas e intensas como son las del erotismo; y es también deseable, porque el cariño multiplica el placer.

11. En este juego no es admisible el constructo “celos”. La libertad de amar y gozar no admite restricciones. Somos seres libres en el amor. En la pareja, la diversidad de amantes por ambas partes aporta emoción de aventura y calidad erótica. La libertad amorosa y sexual no pone en peligro las relaciones sólidas y sí descubre dónde fallan las débiles.

12. Entrégate a cada amante a fondo, disfruta al máximo cada momento y entrégate sin reservas. Cuídate y exprime al máximo tus posibilidades; y sobre todo, evita la monotonía. Tu calidad atraerá a mejores amantes.

13. Tres mejor que dos y dos mejor que uno. Aunque el número y la variedad no produce de por sí la calidad, sí aumenta la probabilidad de encontrarla. Desecha lo malo y goza de lo bueno. Busca y prueba. Relaciónate y experimenta. La variedad y el número aumentan el placer y acaban con la rutina; cuanto más amantes más goce.

14. La homosexualidad y la heterosexualidad prescinden de una mitad del género humano. Todo el mundo es bisexual, pero para muchos y muchas es difícil aceptarlo. No es imprescindible ser bísex, pero es un signo de liberación, facilita compartir aventuras con tu pareja, duplica las oportunidades de gozar, enriquece el placer y aumenta la variedad.

15. Toda aventura es incierta. Se sabe cómo empieza, pero no a dónde conduce ni cómo acaba. Si no aceptas ese riesgo puedes perderte algo bueno. También es verdad que es maravilloso que algo bueno dure y desastroso que algo malo dure. No prolongues las relaciones rutinarias, las relaciones sin magia.

* Algunos de estos principios están basados en la Regla Libertina que aparece el "El libro del loco amor" de Tándem.

Regla Libertina

 (extracto del libro del Loco Amor)

1. Esta regla no trata de la satisfacción de necesidades primarias. Sexo es a erotismo lo que hambre es a gastronomía. El erotismo es un arte, y como en todas las artes, sólo alcanzan la cumbre unos pocos elegidos.
 
Ingresar en la elite del arte erótico exige poseer por naturaleza talento, vocación, fantasía y dotes físicas. Sin voluntad y disciplina no se logra perfección ni excelencia. Si no estás dispuesto a hacer este esfuerzo es que Eros no te llama por este camino. Dedícate a otra cosa.
 
2. Espontaneidad es sinónimo de chapuza, una cosa bien hecha es una cosa bien pensada. La inspiración es sólo el principio. Lo natural no es una virtud. El ser humano es el único animal capaz de modificar la naturaleza a su gusto y de superar conscientemente el instinto. Para el erotista lo natural es conducirse contra natura, hacer cosas con arte con artificio. Mientras más artificial seas, más te alejas del animal y más te acercas a la condición humana.
 
3. El erotista es bello, exquisito, la sublimación y refinamiento humanista del instinto bruto, pero está siempre en peligro de recaer en el sexo natural, soez y grosero. La práctica del arte erótico exige buen gusto, elegancia espiritual, con exclusión de todo lo feo, lo sórdido, lo zafio, incluso de lo simplemente ordinario.
 
4. Lujo y lujuria van de la mano. El cultivo de la lujuria está reñido con la austeridad y el ascetismo, y rechaza la sobriedad y la modestia. Pon todos tus recursos materiales al servicio del placer.
 
5. El erotismo es una fiesta sensorial, en la que intervienen y se exaltan la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto. Debe desenvolverse en un entorno sugerente y propicio, rodeado de objetos hermosos, de perfumes, manjares y bebidas exquisitas y estimulantes, de música agradable, de temperaturas acogedoras y materiales nobles de tacto sensual. Suprime todo lo que adormezca la sensibilidad y evita los sitios incómodos, cutres y desagradables.
 
6. El cuerpo es el vehículo del placer erótico. Ninguna parte del cuerpo es repelente y todo él es un órgano sexual. Gózalo por entero. Aprende a disfrutar de tu cuerpo y del de los demás, de su olor, su sabor, su forma, su tacto y de los sonidos que emiten los cuerpos cuando gozan.
 
7. Es fácil para los principiantes mezclar amor y deseo. Son dos cosas distintas, no las confundas. Estar encoñado(a) no es estar enamorado(a) y viceversa. Pero cuando el amor y el placer coinciden es sublime.
 
8. Un episodio carnal o amoroso no excluye otros, cada uno tiene entidad propia y ofrece facetas distintas del placer. Puedes disfrutar de varios al mismo tiempo. Tu único límite es tu capacidad y tu apetito. En eso estriba ser libre.
 
9. No seas nunca poseído ni poseedor. La libertad de amar y gozar no admite restricciones. No es lo ideal tener un(a) amante celoso(a) y posesivo(a); disfrútalo(a), si te apetece, pero no permitas que te reprima. Ponerle los cuernos es tu derecho. Y tu deber, según el principio de rebelión contra el tirano que postulaban los escolásticos.
 
10. En el ejercicio de esa libertad amorosa o sexual nunca pone en peligro una relación sólida, y tiene la venta de descubrir las flaquezas de las débiles.
 
11. Cumple la ley del número y de la variedad. Es mejor dos aventuras que una y cien mejor que noventa y nueve. El número por sí solo no produce calidad, pero a mayor número de amantes, más oportunidades de encontrarla. Aprovecha todas las ocasiones, desecha lo malo, goza lo que salga bueno, y sigue buscando y probando, Buscar y probar es divertido, afirma tu libertad, verifica tu poder de seducción y mejora tu técnica.
 
12. Nunca sabes cuándo va a saltar la oportunidad. Ve siempre preparado para cogerla al vuelo. Explota tu cara y tu cuerpo, proyecta sensualidad. Siéntete guapo(a). El desaliño y el pudor no seducen, el lucimiento y el desenfado si. La vanidad no es pecado, es una virtud erótica que debes practicar. Vístete siempre de forma que atraigas, provoques y excites.
 
13. La ropa interior no existe, es una superchería puritana. La ropa íntima es exterior para la intimidad. El cuerpo desnudo bajo la ropa exterior, te erotiza a ti y a tus ligues en potencia. Ver y ser visto(a), exhibición y voyerismo, son estímulos del deseo.
 
14. Todos tenemos puntos fuertes y débiles. Estúdiate y conócelos para mejorar tu lado malo, o disimularlo, y resaltar tu lado bueno. Nunca permitas que una persona que te gusta te vea desarreglado(a). Muéstrate siempre lo más atrayente posible, mantén la ilusión, no bajes la guardia ni con un(a) amante que ves todos los días.
 
15. La variación y el número elevan la calidad, aumentan el placer y remedian la monotonía. A mayor número de amantes mejor lo harás y más gozarás. Es la ley del número y la diversidad.
 
16. La calidad se nota y atrae a mejores amantes. Tu calidad eleva también la calidad de los demás. Puedes convertir en bueno(a) a un(a) amante mediocre y en formidable a un(a) simplemente bueno(a).
 
17. Exprime al máximo las posibilidades de gozar. No te conformes con un poco. Todos(as) tus amantes pueden rendir más de lo que se creen capaces si pones en juego tus artes y tu lascivia refinada, que son manifestaciones de tu calidad.
 
18. Busca constantemente momentos propicios, inventa situaciones nuevas, fomenta el morbo. Provoca, insinúate de formas distintas, Evita la monotonía a toda casta.
 
19. Otra vez la ley del número. El fin del sexo es el orgasmo. Dos mejor que uno y cien mejor que noventa y nueve. Y no olvides que el cerebro es el motor de los orgasmos. No pierdas ocasión de erotizarte mentalmente, de fantasear. Tu cuerpo te lo agradecerá.
 
20. Entrégate a cada amante a fondo, vive a plenitud lo que te ofrezca, disfruta al máximo cada momento, entrégate sin cicatería ni reserva, aunque sea por una sola noche.
 
21. Toda aventura es incierta. Se sabe cómo empieza, pero no a dónde conduce ni cómo va a acabar. Si no aceptas ese riesgo puedes perderte algo bueno.
 
22. La duración no es una virtud. Es bueno que algo bueno dure, y malo es que algo malo dure. No prolongues una relación que se ha hecho rutinaria. La rutina es enemiga del placer. Las relaciones no triunfan ni fracasan; como todas las cosas vivas, se extinguen más tarde o temprano. La rutina ayuda a extinguirlas.
 
23. Puedes convertir un episodio en relación duradera sin caer en la rutina, si mantienes la emoción de la aventura y la calidad erótica.
 
24. La diversidad de amantes por ambas partes aporta emoción de aventura y calidad erótica a la pareja estable y afirma una unión que merezca la pena solidificarse, si la destruye es que no lo merecía.
 
25. Es inevitable que surjan sentimientos de afecto hacia las personas con quienes se comparten emociones tan íntimas e intensas como son las del erotismo. Y es también deseable por que el cariño multiplica el placer. Si vives en pareja, fomenta y comparte ese cariño. Si la pareja es sólida no lo amenaza, no temas.
 
26. El matrimonio no es necesario para cimentar una relación, pero tampoco es un estorbo. Es un instrumento útil en las condiciones socioeconómicas presentes, si no se le concede más importancia.
 
27. La pater-maternidad y la vida familiar son incompatibles con la vida erótica plena. No puedes ser a la vez padre o madre de familia y buen amante, como un caballo de tiro no puede ser caballo de carreras ni un coche deportivo una ranchera todo terreno. Si eliges este camino, olvídate de los hijos.
 
28. Predica con el ejemplo, procura inculcar estos principios a tus parejas y amantes, y hasta ligues ocasiones. Si los comprenden, asimilan y practican, evitarán la rutina, gozarán más contigo y por consiguiente tu con ellos (ellas). Pero no pierdas el tiempo con quien carezca de un mínimo de cualidades. No todos pueden ser como tu.
 
29. La homosexualidad y heterosexualidad prescinden de una mitad del género humano. Todo el mundo es bisexual, pero para mucho(as) es difícil aceptarlo. No es imprescindible ser bisex, pero es un sigo de liberación, facilita compartir aventuras con tu pareja, duplica las oportunidades de gozar, enriquece el placer y aumenta la variedad. Procura sacar a la luz la mayor parte que puedas de tu otra vertiente y bisexualizar a tu pareja, si se niega, no es digna de serlo. Búscate otra.
 
30. El egoísmo es tu única moral. Ser egoísta es invertir para ganar. Los beneficios están en proporción a lo que inviertas. Mientras más placer des, más placer recibes. No tengas estrechez de miras, Y procura no perjudicar al prójimo sin necesidad. Esta regla es el corolario de todas las demás.

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La idea de este blog es recuperar y aglutinar textos desperdigados en numerosos blogs, algunos de ellos ya inactivos, sobre el tema de los libertin@s.

Espero que os guste y que así no se pierdan las ideas libertinas de algunos buenos amigos

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